
El pasado domingo tuvo lugar en la capital de España otra de las manifestaciones más multitudinarias de la reciente historia de España. En estos seis años de Gobierno socialista ya son varias. Esta última, en contra de la nueva ley de aborto, promovida por Rodriguez Zapatero y amparada por sus fieles camaradas.
El movimiento civico-social español parece gozar de buena salud, pero la respuesta de este gobierno ignorando el clamor de buena parte de la sociedad es insultante. Dijo Zapatero: "No aspiro a ser un gran líder, prefiero ser un gran democrata", pues majete, ocasiones para demostrarlo no te han faltado. No has hecho caso a ninguna de las manifestaciones sociales que has tenido en contra de tú politica. No puedes considerate ni tan siquiera democrata estandar.
Vistas las reacciones a la marcha civica del domingo 18 de Octubre, extraigo varias conclusiones:
La primera es que, pese al estiloso desprecio de nuestro Presidente del Gobierno, el movimiento social no puede caer en el desánimo y la pesadumbre. Siempre y cuando se mantenga al margen de las luchas politicas e intereses de partido, la lucha puede y debe continuar.
La segunda es que varios líderes del Partido Popular y numerosos militantes y votantes tambien asistieron a la manifestación. Lo que nos lleva a una actitud de responsabilidad ante los hechos; en primer lugar de los propios líderes del partido quienes no pueden ignorarlo y deben comprometerse a la derogación de la Ley, pese a que el Tribunal Constitucional declare constitucional la norma. El T.C no es autenticador del comportamiento moral de las masas, sencillamente indica sui una norma se ajusta o no a la Constitución; en segundo lugar a los miembros, militantes y votantes del Pp, quienes deben exigir esa actitud de responsabilidad a sus politicos; de esta manera demostrarán su propia actitud de compromiso ante la democracia. es posible que los votantes del PSOE no exijan a sus gobernantes una responsabilidad ante hechos, conductas, omisiones o simplemente ante su gestión, allá ellos; pero los miembros del PP debemos sacrificar nuestro orgullo en beneficio de la democracia, pese a que seamos más exigentes con nuestros politicos que los socialistas con los suyos.
En tercer lugar, esta Ley no evacua sencillamente dilemas morales, ni tampoco tiene que ver con el hecho de que el PP no derogara la vigente en sus 8 años de gobierno; esta Ley es un paso más en la descomposición moral de la sociedad, que no puede ni debe exigir a nuetsras mujeres la eliminación de vidas por un mero criterio de oportunidad. Debemos ser estrictos ante esta situación y firmemente responsables.
"Sueño un mundo donde una vida no es un problema sino una oportunidad, un mundo donde dar vidas debe ser hermoso y quitarlas una indignidad, sueño un mundo poblado de niños alegrando las vidas de los que ya no somos tan niños, sencillamente sueño un mundo mejor".